El nuevo gobierno de la isla vecina negociará con EEUU la continuidad de los proyectos con el país
Esta semana se conoció la victoria de la nueva primera ministra de Trinidad y Tobago, la abogada Kamla Persad-Bissessar, y una de sus primeras instrucciones como mandataria electa, fue anunciar que continuará haciendo negocios con Venezuela en materia de hidrocarburos.
La autoridad de la isla vecina, declaró que su gobierno iniciará negociaciones con la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para preservar los proyectos gasíferos transfronterizos con Venezuela, considerados esenciales para la economía del país.
David Lee, candidato para ser el nuevo ministro de Energía, destacó la importancia de colaborar con EEUU para resolver las restricciones derivadas de la revocación de licencias en abril de 2025, que permitían el desarrollo de estos campos exentos de sanciones.
Además, el nuevo gobierno del Congreso Nacional Unido (CNU) planea cancelar las negociaciones con la empresa nigeriana Oando para reabrir la refinería Guaracara y buscar nuevos inversores, marcando una ruptura con las políticas de la administración anterior.
“Trabajaremos con la administración Trump para ver cómo se pueden reabrir las discusiones con el gobierno venezolano sobre los campos de gas transfronterizos”, dijo el portavoz de energía de la UNC, David Lee.
La colaboración entre Venezuela y Trinidad y Tobago, está centrada en los campos Dragón y Manakin-Cocuina, cuya producción podría elevar la cuota del gas natural licuado producido globalmente.
La producción de gas natural licuado (GNL) también se ha visto afectada, con una disminución del 4,6% en 2024, totalizando 16,7 millones de m³. La planta de licuefacción del Atlántico, operada por Shell y BP, es el único productor de GNL en el país. Asimismo, la producción de crudo ha caído drásticamente, de 144.400 b/d en 2005 a 50.854 b/d en 2024, lo que contribuyó al cierre de la refinería estatal Guaracara en 2018.
Trinidad y Tobago, uno de los principales exportadores de GNL, apuesta a que pueda mantener sus negocios con Venezuela para reactivar su economía. ÚN